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Innovar con un “Startup Mindset”

23/9/2024

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En el vertiginoso entorno empresarial actual, donde la única constante es el cambio, la innovación se ha convertido en un imperativo para las organizaciones. Ya no es un lujo reservado para los visionarios, sino una necesidad vital para cualquier empresa que aspire a sobrevivir y crecer. Este artículo explora cómo la adopción de un “startup mindset" puede ser la clave para navegar las turbulentas aguas de la disrupción, reinventar modelos de negocio y mantenerse a la vanguardia en un mercado cada vez más competitivo y volátil.


En la era digital, la disrupción puede producirse en cualquier momento y en cualquier lugar. Y cuando se pone en marcha, no hay quien la pare. Pensemos en una industria como la de taxis, consolidada, millonaria, y con décadas de historia. Nunca imaginó que una startup sin un solo vehículo propio, como Uber, pudiera desestabilizar su modelo de negocio a nivel mundial.


Sumado al surgimiento de competidores no tradicionales, las empresas se enfrentan a otras fuerzas macro que tienen que ver con cambios en los hábitos de los consumidores y el surgimiento acelerado de nuevas tecnologías. Es por eso que para mantenerse a la vanguardia y superar la disrupción, las empresas deben reinventarse constantemente. En este sentido, la innovación ya no se presenta simplemente como una opción; sino que resulta una necesidad vital para la supervivencia y el éxito del negocio.


Pero, ¿qué es la innovación? La innovación consiste, ante todo, en explorar nuevas formas de crear valor para los clientes y la organización. Y si bien la digitalización y tecnología juegan un rol relevante en este proceso, la innovación como vehículo de transformación de las compañías va más allá, y tiene que ver con nuevas formas de conectar con clientes, con la cultura de la organización y la creación de nuevos modelos de negocios.


En esta línea, Osterwalder et al, en su libro The Invincible Company, sostiene que lo que caracteriza hoy a las empresas líderes en sus industrias es la gestión simultánea de dos procesos: por un lado, la exploración de nuevos negocios y, por el otro, la explotación de los negocios ya existentes. Sin prioridad de uno sobre otro. Y con el acortamiento de la vida útil de los modelos de negocios en todos los sectores, esta capacidad de gestionar la exploración y la explotación no se limita a las grandes corporaciones, sino que se trata de una cuestión de supervivencia también para las PYMES. Ya que la cartera de exploración contiene los proyectos de innovación que van a servir para desarrollar nuevos motores de crecimiento.


Ahora bien, gestionar este tipo de proyectos nos exige adoptar un enfoque mental (mindset) distinto ya que las reglas de juego son otras a las de las organizaciones ya establecidas. Y en este sentido, el “startup mindset” se convierte en una estrategia clave para abordar la innovación de manera efectiva. ¿En qué consiste? Se trata de una mentalidad ágil, que valora la experimentación y aprendizaje continuo, y se centra en el cliente.


1. Agilidad y Flexibilidad

Las startups operan en un entorno de incertidumbre y cambio constante, lo que les obliga a ser ágiles y flexibles. Este “startup mindset” permite a las empresas adaptarse rápidamente a las fluctuaciones del mercado y a las necesidades cambiantes de los clientes. La capacidad de pivotar y ajustar estrategias en tiempo real es esencial para la innovación, ya que facilita la implementación de nuevas ideas y la corrección de rumbo cuando es necesario.


2. Cultura de Experimentación

Otro componente clave de esta mentalidad es la experimentación iterativa, donde las ideas se desarrollan y se prueban en ciclos cortos, permitiendo ajustes rápidos y eficientes. Este enfoque fomenta la velocidad en la ejecución, priorizando la acción sobre la perfección inicial, lo que permite a las organizaciones responder rápidamente a las necesidades del mercado. En este contexto, se abraza el fracaso como una parte natural del proceso, que contribuye al aprendizaje y la mejora continua. La capacidad de adaptarse rápidamente a los resultados de estas pruebas es esencial, ya que permite a las empresas no solo innovar, sino también evolucionar constantemente, alineándose mejor con las expectativas de los clientes y las dinámicas del mercado.


3. Enfoque en el Cliente

Finalmente, esta mentalidad coloca al cliente en el centro de todas las decisiones. Escuchar atentamente sus voces, observar sus comportamientos y entablar conversaciones empáticas nos permite ver el mundo a través de sus ojos, revelando así sus verdaderas necesidades y problemas. Solo de esta manera podrán seguir avanzando y progresando en su camino hacia la innovación centrada en el ser humano.


En conclusión, en un mundo donde la disrupción es la norma, las empresas deben adoptar un “startup mindset” y abrazar la innovación como parte integral de su estrategia. La transformación (digital) no es solo una tendencia, sino una necesidad para mantenerse relevante y competitivo. Aquellas organizaciones que logren equilibrar la explotación de sus negocios actuales con la exploración de nuevas oportunidades serán las que lideren sus industrias en el futuro.


Julieta Murillas - Innovation Project Coordinator at Jemersoft




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